Las hojas
del calendario están de nuevo por agotarse, y su caducidad nos recuerda , “que
fácil pasa el tiempo”, y así sin darnos cuentas las cosas pasan, la vida pasa,
y seguimos muchas veces mirando al horizonte y esperando ser felices…
Cuanto más felices podemos ser, más felicidad
deseamos, ese debería ser el único interés que demandamos de la vida, la
felicidad… porque las cuentas bancarias nos dan un respirito, pero el abrazo
sincero, la confianza y la solidaridad no debe ser contabilizado pero han de agradecerse.
Por eso mis palabras para éste Balance 2015 se
llenan de mi más profundo agradecimiento para todos quienes, lejos o cerca de
mi camino me enseñaron cuán importarte es
la autenticidad, la fidelidad y el amor compartido en cada lección de la
vida, en cada prueba superada y en cada circunstancia trascendida.
En breve se
avecinan más días de transformaciones en mi tierra, el mundo entero adelanta
titulares de libertad y optimismo, yo por mi parte continúo con la plegaria por
la paz y la libertar de todos sobre la tierra. Que mis hermanos vuelvan a la
cordura y la armonía que siempre ha caracterizado al pueblo venezolano (Bueno
lo de la cordura es nuevo, pero vamos a entrenarnos en ello que toca
reconstruir al país.)
¡Y un deseo
muy muy intenso!, que puedan volver a sus hogares todos los privados de
libertad por (sin)razones políticas.
Para
continuar con los agradecimientos, agradezco tener “mi corazón” una maquinaria
perfecta que me mantiene en pie. ¡Ahora reconfortado! lo mimo, lo cuido y lo
venero como centro de controles de la vida. En ocasiones entregamos el corazón
a quién amamos y es un gran error. ¿Cómo amar a alguien sin tenerlo dentro? Nos
convencieron los eslóganes publicitarios de San Valentin y otros potajes,
además de la creencia popular que es la mejor manera de amar, entregar el
corazón. ¡Y no!, ¡no es así!, es mostrarlo tal cual es, con sus desperfectos,
sus heridas de guerra, sus errores y sus cuitas, quienes lo vean tal cual es, y
aun así decidan amarlo, son los verdaderos merecedores del amor. Así estreno mi
corazón de vuelta y lo mantengo entrenado y listo para amar en revancha a quien
me muestre el suyo para tanto amor. Gracias por esa lección, vida.
También
aprendí que el respeto por uno mismo es el primero a ejercer, luego por los
demás, además de que solo merecedores de él somos si primero lo profesamos. (Este
párrafo salió a lo YODA).
Esperamos
llamadas, mensajes, gestos, abrazos y temas varios pero nos olvidamos de
darlos, sin esperar nada a cambio. Solo así de manera realmente desinteresada
podrán volver a nosotros nuestros deseos por los demás. No vale creerse
merecedor de nada que genuinamente no entregamos.
En
definitiva, mi balance solo apunta al amor. Y apuesta por él. Muchas veces lo
he dicho y no me cansaré de así hacerlo. El Amor es verdaderamente la única
energía que nos mueve, y como tal se transforma pero nunca desaparece. (Eso de
que nos mueve es de Gandi pero se lo tomo prestado para éstas líneas).
Si ponemos
en circulación la moneda del amor, son fortunas de besos, risas y te quiero que
nos brinda, desde el aire que respiramos hasta la mano que nos ayuda, pasando
por todas las definiciones posibles de la palabra A M O R que se nos ocurran.
El de la
madre, el del amigo, el del amante, o el de la panadera del barrio o el señor
de los helados en el parque, el de los que aman lo que hacen. Si cada uno se viste de sonrisa, y paga con amor y buenos
días. Un ¡gracias! con guiño de ojo y un ¡hasta luego! sincero, está poniendo
en circulación el amor, y la educación que mucho está en desuso. Quizás con ese
mínimo esfuerzo personal, ya será posible un mañana diferente.
Una vez más
gracias a la vida, a todos ustedes que la componen, a los que se fueron, a los
que no están y a los que vendrán, por permitirme aprender y seguir aprendiendo.
Gracias a mi padre por la vida y a mi madre por la calidad de la que tengo.
Para el 2016 no espero más que nuevas
lecciones, mas amor, menos guerra, mas versos perfumados de “te quiero” que me
acerquen a decirle al mundo verdades preciosas y con buena letra. Mas amig@s,
estrechar entre mis brazos a aquellos a los que no he podido en años. Una ración doble de
besos de mi madre y unos cuantos amaneceres cargados de crepúsculos de Venezuela
y con rimas tricolores para decirle a este lado del mundo.
Gracias por permitirme seguir viviendo. Gracias a ti por seguir sonriendo, y que construyamos juntos un maravilloso 2016.
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