Tan imponente,
por mínimo que seas.
Despiertas fieras dormidas en los rincones del alma.
Seduces las bestias del ideario humano, haciéndoles sufrir o crecer.
Me exitas y me mimas en porcentajes iguales.
Te tomo acompañado de un suspiro, como una oferta de futuro.
Te repudio como a la peste, cuando eres el fiscal de un: te quiero no querer, de un quizás, o un mejor a mi manera.
Deseo que te enamores de mi sombra y se muden juntos a otra fantasia. Se lleven consigo el bestiario completo.... Y me permitan ser feliz escuchando y bailando al son de mi respiración, de mis risas y de un te quiero sin silencios.
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