El humo
sale de mis manos,
de mis
labios,
de mi
pecho.
De los
pensamientos
Maltrechos
en un romántico derroche.
Así
cautiva la presa
de este
hambre insaciable
de
decir al mundo mil veces
que más
vale el amor, que el querer.
Aunque
de lagrimas de bañen.
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