Cosas y casos sin-enmiendas

12.4.12

Y el viento trajo recuerdos de ti.



Tu olor era presente, intacto, sublime y perfecto, tu sudor reposaba en aquellas sabanas nuevamente como antes, como siempre, como en vida.

Pero solo era un recuerdo. 

Estabas aquí conmigo.

Riendo e inventándonos el mundo.
Escuchándote filosofar hablar de  música y poesía, mientras yo, divagando entre tus manos y tu risa.

Pero era una noche más de gas bucólico y agonía, 14 lunas han pasado y yo sigo esperando tu sonrisa, el roce tibio de tu piel y tu mirada tropezando con la mía.
El narcótico buqué de tus labios no se repite en la tierra.

 Tengo tanto deseo por ti, que procurar taparlo con llanto es una pena.

Prefiero soñarte suya y saberte entre sus sabanas, y recordarte desnuda entre las sabanas mías. Que con el viento me recuerdo de aquellas palabras injustas. Que el amor está de sobra. Nunca existió en tus brazos cuando estabas entre los míos y jamás existirá en mi boca si de tu boca lo aspiro.

Mujer necesito escaparme de este recuerdo impío y que si alguien me cuenta de ti que sea el viento. Aquel, nuestro único testigo.

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