Probablemente estas líneas sean producto de el cansancio acumulado por semanas, ya son 12 las que llevo tratando de recomenzar. Así mismo, de recomenzar! Porque siento que nunca lo he hecho del todo. Pero hoy siento que lo que me satisface quizás no esté colgado de una pantalla, proyectado con un macro, resuelto en un software o escondido en una boutique de mensajes a escoger. Lo que me hace falta respira y anda cual Lázaro después del milagro de Jesús. Sueña y cree en lo que sueña, esta decidió a ir siempre hacia delante, para ver crecer a sus hijos, toma cafe sólo o desayuna con arepa. Pero sobre todo tiene la mirada grande y bonita como la libertad.
Quiero concebir el rostro de ese, con los rasgos más particulares jamás conjugados en un mismo ser, con la tez trigueña, ojos claritos, cabello rubio o de azabache, que hable bonito y que calle oportuno, que sienta sincero e inspire triunfo.
Sea como sea quiero tenerte sinceramente a mi lado cogiéndome de la mano para no caer, abrazándome bonito cuando siento que me estrello para que no me maltrate. En resumen una vez más compre los talonarios para rifar mi tristeza, la cambio céntimo a céntimo por una sonrisa tuya o quizás tu compañía. Lo que pasa es que a esta altura no me deja la agonía. De pensar que no te tengo, y es porque no te conozco? Creo que estoy a punto de aceptar que me hacer harta falta…
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