Cosas y casos sin-enmiendas

20.9.14

¿ Cuánto ?

¿Cuántos sueños dejaste sin despertar?
¿Cuánto amor tienes sin pregonar?
¿Cuánto tu queriendo ser felíz?
¿Cuánto yo sin saber cuándo?
¿Cuántos mañanas que no amanecen?

Sólo tú ahora
Sólo aquí no allá
Sólo tú contigo
¿Es la clave de la felicidad?
¿Medir cuánto, o no pensarlo tanto?


* A Maite Ferrer...

17.9.14

Reclamo

Mi espacio, a tu lado
Mi silencio, entre la orquesta
Mi sueño, estando despierta
Mi sonrisa, en tu mirada
Mi paz, en el sepulcro de los miedos
Tu piel, entre mis sábanas mojadas.

3.9.14

¿Por qué querer duele tanto?



¿Por qué querer duele tanto?
Y no a modo de interrogación.
 No hay que tener miedo de aceptarlo,
“Querer” no es un simple verbo.
¡Y me atrevo a asegurarlo!.
Con estas manos mustias de apretar la nada,
con estos labios rotos de besar al viento,
con este corazón remendado ya tantas veces,
y con los cadáveres de sueños rotos como escarpias
creo que tengo muestras suficientes para decir que
¡Duele!

Duele, el recurso difuso de recordar tu sonrisa.
Duele, el amarillo del prado cuando se acerca el otoño
Me duele lo que decía Lorca
El aire el corazón y el sombrero…

12.7.14

Elección



El perfume, los zapatos, el cereal, el café, las vacaciones en Mallorca o en Granada. la corbata, la mini falda y la película que ver…

¡Puedes elegirlo todo!

¡Pueden sugerirte todo!

En la televisión y en la radio, carteles y hasta en youtube también.
Los presidentes, las diputadas al senado, los bancos y los floreros...

Puedes elegir ser feliz y vivir.
Mostrando lo que realmente eres.

Si amas no hay que sufrir,
sean hombres o mujeres.

La vida son 2 minutos
Y en este poema gastamos ya unos segundos.

Si eres gay no importa, mantén la mirada altiva.
Si te tocan las mujeres… lesbiana o bi es tu vida.
Elige siempre vivir, y respeta  a los que mal vivan
Mientras en tu vida no se metan.
Vive y deja vivir.
¿Qué importa lo que otros piensan?

Enterrarme



En tu cuello,
echo de salvia y mirra.
Ahumado de castañas en invierno,
humeante de vapor en el verano.

Enterrarme en tu cuello.
Como geotrópica maleza del desierto,
que sólo merece beber una vez en el tiempo.
Sin saciar la sed  de medusa del meditarráneo.

¡Enterrarme en el cuello de una mujer!
Sin otra prescripción facultativa.
Más que apostar al querer,
de una noche o mil días.

Beber su sudor como sustento,
mamar su humedad como alimento,

Enterrarme en tu cuello que más querría.
Por las lunas que me quedan por vivir.
Por los soles que se apagan a medio día.