Cosas y casos sin-enmiendas

3.9.14

¿Por qué querer duele tanto?



¿Por qué querer duele tanto?
Y no a modo de interrogación.
 No hay que tener miedo de aceptarlo,
“Querer” no es un simple verbo.
¡Y me atrevo a asegurarlo!.
Con estas manos mustias de apretar la nada,
con estos labios rotos de besar al viento,
con este corazón remendado ya tantas veces,
y con los cadáveres de sueños rotos como escarpias
creo que tengo muestras suficientes para decir que
¡Duele!

Duele, el recurso difuso de recordar tu sonrisa.
Duele, el amarillo del prado cuando se acerca el otoño
Me duele lo que decía Lorca
El aire el corazón y el sombrero…

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