Cosas y casos sin-enmiendas

21.5.14

Aceptación


Acepto ser esa imagen en el espejo,
que me mira sin poder mirarme,
que me quiere sin poder amarme,
porque ni yo misma se querer
lo que deseo ver.

Mi imagen en el espejo,
cuando te besaba por la espalda,
tu mirabas  sin querer.

Mi deseo, de hacerte mi mujer,
Cuando yo ilusa fui tu mujer
Al entregarte mi ser.

Esa noche mientras compartimos alientos
 bailábamos
El placer de sentir
Tu sexo tan cerca del mío.
Es mucho más que un tango o un bolero.
Era amor verdadero.
La gloria de Dios,
Esa que ama, perdona y olvida,
Porque de él es el reino de los cielos.
La pasión y el consuelo.

Tu mano en mi pecho
Y quizás tu boca en mi seno,
Mientras mi alma te toca sin remedio, buscándote el placer.

20.5.14

Llorar.




Esa alquimia del alma,
para lavar un ayer,
profundamente
impregnado en el querer.
Del rocío que se convirtió en lágrima
Al tercer día sin saber, ¡por qué!
Nos amamos sin poder.

19.5.14

20 minutos




Eso pasó en los últimos besos,
20 minutos de tu aliento
Bastaron de ti, para salvarme.
20 minutos de ti, de tus besos.
Me alcanzan para seguir viviendo,

Otra vendrá con otros besos,
Espero poderla amar
Son los mismos sesos.
Que desbordaron la pared
Después del disparo certero
Que dio el Adiós
Que tus labios pronunciaron
Una mustia, y maravillosa tarde de mayo.

20 minutos de tus besos,
Que a mi amor le sonrieron,
Y dejaron por legado,
El susurro del adiós con
hasta siempre…

18.5.14

Oficio: Poeta.




Cuando fui a nacer,
Escogí por oficio ser poeta,
Y mi madre me amamantó de amanecer,
boleros, romancero y otra época.

Entonces, convencida del oficio
Quise ser poeta, para alabar lo bonito,
bonito, bonito.

A los 16 me hice mujer,
Cuando abracé por primera vez
A una mujer.

A los 18 fui aprendiz del amor
De una historieta,
la de tratar de tapar el sol,
para contemplar a la luna
hermosa, y blanca mujer.
Alta y eterna,
Musa del toro y de la hiel
De los embates, del querer.

A los 25 vi reír,
Sobre los dientes del tejado
A otra hermosa mujer,
Y entonces volví a vivir.

A los 30 conocí la piel
Entonces me hice pequeña
Y quise ir a sus entrañas.
Amarla por dentro,
amarla por fuera.

Entonces, convencida ya de saber
Que no tengo otro oficio,
Que el de poeta
Me entrego a la vida
Sin perder,
Mientras el amor viva en mis letras

Fui, soy y seré poeta,
Por jugar a querer,
al amor, las mujeres y las letras.

A esperar, que otra quiera de mí
hacer su profesión.
Ser poeta,
Cuando caiga en el viento de mis versos,
y la quiera para conquistar el universo.

Y quiera morir de amor conmigo
Musa eterna.
Amante de mí, poeta.
Amante del amor
Y de mis letras

Que nunca más mueran de amor,
las musas de mi oficio de poeta.
Las mujeres hermosas que no murieron,
porque viven del amor,
que respira,
del que escribe el poeta.

16.5.14

Poema eterno



El sabor de tu piel  

 cuando te beso.


Un poema eterno de placer,

 sin lugar, 

sin tiempo.