Tus manos,
Como el oxigeno
Vital,
Son alimento
que destierra el
olvido de mi piel.
Son la chispa de ignición de
un fuego
que alerta a la superficie de
que el interior arderá sin
reparo.
Ellas tienen antídoto y
veneno que
Procuran
y pretenden ser cancerberas
del cielo;
Magistrales dueñas de la
ternura y el deseo.
Diosas del arte de tocar,
Hábiles en la manera
de entretenerme
Mientras juegan con las mías.
Son escritoras de sus
propias hazañas,
Extinguiendo veranos con
nuestros inviernos…
Manantial de agua clara que
brota de ti y de mí.
Tus manos, que les cuentan
historias a las mías,
Son la llave que
tenemos que ocultarles a los cerrajeros,
Pues son la medida exacta
para abrir el paraíso.