Como diosas
desnudas
duermen entre mis sabanas.
Como
damas vestidas se sientan y beben el café conmigo
mientras espero.
Dibujan
un corazón más realista y peregrino,
que reza
a la vera de santuarios en el camino,
y
planta velas en funerales de románticos pasados
que
aprenden una mejor definición de amar
de tus
labios, blanca mujer mortal y anodina
que (quizás) jo estimo.