-Y me preguntó
si me gustaba.
-Y le respondí
con una sonrisa y la mano en su pecho:
Solo desde
aquí puedo verte…
Desde el corazón.
Antes, me dejaste ciega con tu belleza.
Es desde ahí
donde me gustas.
Es desde ahí
donde te deseo.
Es desde ahí,
desde donde anhelo divagar por los rincones de tu cuerpo y que te mimetices con
mi cuerpo,
para que
irrumpas en la paz de mi mustio pecho y recolonices mi alma.
Entonces,
quizás, cuando estés dentro de él, entiendas que,
No es sólo
porque me gustas,
Es porque … te
deseo y porque quiero mucho más de ti en puntos suspensivos... mañana…