Cosas y casos sin-enmiendas

9.1.12

Una carta express sin destinatario...

¿Y cómo le haces saber todo lo que le quieres decir… en un momento como ese?
Algunos kilómetros nos separan, y solo el tren o la carretera son las vías para llegar a ti. Pero es que ¿no sé cómo hacerlo?. En ese momento gris, cuando me llegó la noticia, un hilo helado recorrió mi cuerpo como si mi sangre se hubiera congelado. Perdí la pronuncia, la fuerza y la voluntad para decir nada. Me senté con el móvil en la mano a esperar que mi cerebro le dictara a mi mano la orden de buscar tu número, y llamarte para decirte un simple ¿Cuánto lo siento? Y nada, no paso nada. Casi 24h después reaccione y no fue que mi boca articulara palabra al respecto. Solo pudo una mano obligar a la otra a decirte:- te envío un abrazo en el alma… y cuando pueda voy a llevártelo… ¿Pero como decírtelo?, si se que solo tú sabes el tamaño del dolor que te embarga?. Si esa mujer a la que mas amabas en el mundo deja el vacío hondo, que ni mis gestos, ni mis manos podrá llenar nunca, ni los de tus cientos de allegados podrán zanjar tampoco.
Sin embargo se que leerás estas líneas y que sabes que son una carta expresas sin destinatario, pero dirigida a ti. Porque me siento en el placentero deber de decirte. Que aunque kilómetros nos separen siempre estaré aquí para ti. Queriendo acompañarte en tus sueños. Quizás no con sus ojos,  ni con sus labios. Pero si con los míos, que de amarte tienen tiempo esperando… Con mis manos deseosas, no de sustituir sus caricias, porque eres su más grande obra, y nadie ama más su creación que el propio artista. Pero si con estas, las mías, que quieren admirarla y respetarla, mimarla y cuidarla lo más parecido a lo que ella hacía.
Espero sepas perdonar mi ausencia, que en estas líneas es mi presencia. Espero poder abrazarte al verte y decirte en ese encuentro, solo con mi presencia, que tienes en mi el apoyo que necesites, la amistad que escogiste y la compañía que en la distancia no sabe decirte cuanto lo siento, porque jamás podrá ser similar a lo que lo sientes tu.
Ella seguramente vigila tus sueños, apoya tus actos y desea que seas feliz, rias y recuperes todo cuando le brindaste de tu vida para prolongar la suya, ahora solo te toca a ti decidirte a pisar fuerte el mundo para que no deje de andar en su ausencia.
Recibe un abrazo con “te quiero” al oído, que llegue hasta tu alma… cuando pueda voy y te lo doy en persona…

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