¿Y mi
libertad?
Es la
misma que camina al borde de tus deseos.
Es la
que retumba en los rincones de la soledad y de la angustia.
Es la
que respira el aliento fétido de las palabras mal dichas,
o que
murieron antes de ser paridas.
La que
anida el coraje de mis manos vacías.
Sin
patria,
y sin
el sueño de Simón.